lunes, 26 de noviembre de 2012

El derroche de las autonomías: soluciones


El Estado de las autonomías es un tema candente en los tiempos que corren. Sea debido a la gran parte de presupuesto que va destinado a políticos territoriales incompetentes, sea causa de asignar partidas a los amigos de estos, o por diferentes motivos, el modelo de gestión estatal en la nación española hace tiempo que se ha escapado de las manos de los responsables de todo mal acontecido dentro de nuestras fronteras.
Cataluña, Galicia y País Vasco son históricamente las regiones que han solicitado una mayor autonomía (independientemente de los tiempos actuales en que van algo más allá) por diversos motivos que no vienen al caso en este artículo. No obstante, tras la transición vivida en este país a escala política tras la muerte de Francisco Franco, creó en la población el ideal que posibilitaría la creación de más de tres autonomías. Así, aparecieron hasta un total de 17 comunidades distintas dentro de una misma nación.
En una búsqueda de la igualdad social inusual, los políticos de aquel entonces, decidieron dar a toda España la capacidad que ya tenían por motivos históricos los catalanes, gallegos y vascos. Error grave, aunque en aquel momento parecía algo muy bueno, satisfactorio para un país anclado en el Estado centralizado durante las últimas décadas.
Lamentándonos en nuestro territorio como estamos haciendo, no queda otra que buscar alternativas a un modelo de Estado inviable. Dos vertientes claras son las que han visto la luz en los últimos meses. La centralización del Estado, por parte de la derecha principalmente, y la imposición de un Estado federalista, la cual ha manifestado abiertamente el PSOE ser partidario de ella.
La primera opción parece la más viable a priori, pues el problema principal, el constante gorroneo de políticos incompetentes que están en las autonomías desaparecería de raíz. Las competencias derivarían exclusivamente del Estado central, cosa que probablemente reduciría el gasto público y, por ende la deuda generada por este. No obstante, parece inviable porque las autonomías históricas han crecido en independentismo y otras zonas como Valencia también ven aflorar este movimiento en sus entrañas, por tanto, generaría malestar y muchos problemas el intento de centralización del Estado.
La segunda alternativa se plantea algo más conciliadora ante este último problema que generaría la primera, pues daría cierta libertad de actuación e incluso una pequeña oportunidad de autogobierno a estas zonas. Pero en contra están las zonas que no quieren dejar de ser autonomías o incluso serían favorables a una centralización. Otro inconveniente se encuentra en que probablemente este tipo de Estado alentaría la aparición de más políticos cada vez, luego generaría un problema mayor que el ya existente.
Dos contraposiciones muy distintas, la primera parece la más factible y de menor riesgo, sobretodo en lo económico, aunque la segunda puede ser la clave para una estabilidad política en nuestra nación. Lo obvio, y en esto seguramente todo estemos de acuerdo, es que las autonomías son insostenibles.

José Sousa

4 comentarios:

  1. No crec que la centralització de l'estat siga una solució tan clara com la planteges, ja que ara la societat necessita respostes i reaccions ràpides que donen un gir a la situació de crisi actual. La centralització ralentitza molt les polítiques socials, que ara són competència en gran part de les autonomies, i són aquestes les que ara més fan falta a la gent a peu de carrer. El que realment passa es que la incompetència de la classe política que està a les cúpules dels governs autonòmics, com per exemple la del País Valencià, no sap administrar ben bé els seus recursos malgastant fons que farien falta per a l'ajut de milers de persones que habiten dins la seua competència. El que si ocorre es que hi han òrgans que no serveixen per a res i que segueixen malgastant fons, o que no funcionen amb tot el seu rendiment.

    ResponderEliminar
  2. Estic en part d'acord, molts òrgans sobren,és obvi, però la centralització de l'Estat és la única manera d'aconseguir que realment desapareguen els que van a robar a les autonomies. Sobrarien polítics, ja no seria tan suculenta la política.

    ResponderEliminar
  3. "Lo obvio, y en esto seguramente todo estemos de acuerdo, es que las autonomías son insostenibles". Doncs, no estic gens d'acord. Per a mi, no són les autonomies les que decideixen construir aeroports sense avions o malbaratar de moltes vario pintes formes. Són els polítics que han aplicat unes polítiques determinades ... i si em permets posar-me un poc agre, una part important de responsabilitat està en mans dels ciutadans que han aplaudit aquestes polítiques.

    ResponderEliminar
  4. Jo crec que aquestos polítics existixen per les autonomies, són un mal adherit a elles. No tots són iguals, és evident. Volia posar que la gent també te culpa, però no sabia com plasmar-ho. Gràcies pel comentari.

    ResponderEliminar