lunes, 26 de noviembre de 2012

¿Por qué política?


A menudo me preguntan por qué, por qué politología.
Entonces casi siempre ocurre lo mismo, sonrío y me dejo llevar por los recuerdos.
Al principio, yo no tenía claro a qué me iba a dedicar, cuál era tan si quiera mi verdadera vocación. Cuando era pequeña soñaba con dedicarme a cantar, al crecer pensé en una arquitectura, y cuando llegó el momento de decidir estaba en blanco no sabía que hacer y estaba realmente agobiada. 
Y fue bajo esa presión cuando me di cuenta de mi vocación: Hablar. 
Pero yo no quería hablar por hablar, quería comunicar, transmitir... ¿Escritora tal vez?
Siempre he mantenido una mirada muy crítica hacía la sociedad, hacía los políticos y en definitiva en todo lo que nos rodea. 
Pensé, entonces: “Si quieres que algo salga bien, hazlo tú mismo”
En ese momento me decanté por esta opción, la política. Tan criticada, tan en el punto mira, tan corruptiva y peligrosa. Pero con miedo o timidez no se llega a ningún lado. Somos jóvenes y ahora podemos asumir el control. ¿Qué es lo que queremos? Es ahora o nunca. 
Estamos aquí para cambiar las cosas, para corregir los errores, para mejorar lo que está bien y para ofrecer el máximo. ¿Saliendo a la calle, no lo sentís? Es una necesidad. 
Y qué mejor día que hoy para decirlo: La mejor forma es hacerlo unidos, todos juntos. Luchar por defender nuestros derechos, por reivindicar nuestras libertades, por decidir nuestro camino, y finalmente, por dejar huella. Que se nos recuerde cómo la generación de soñadores que consiguió romper los límites. Esos límites que se nos están imponiendo como cadenas, como una censura. Y es que no puedo apartar la mirada cuando la gente allí fuera se muere y se mata. Con lo fantástico que puede llegar a ser vivir. Pero claro no todos tenemos las mismas oportunidades y esa es mi máxima preocupación. 
Todos tenemos algo especial, una misión y un sueño. Y lo más bonito es compartir. Compartamos entonces un futuro, el sueño de un mundo mejor. Dejemos de mirar las ruinas, el pasado, que aunque estén en nuestra memoria, ya no se pueden erradicar, únicamente aprender de ellas. Y ahora, no vamos a mentir las cosas están muy mal, pero esto es cuestión de empeño. Si se puede soñar, se puede lograr.
“Cuando todo parece estar en tu contra, recuerda que los aviones despegan contra el viento” Esto es lo que dijo Henry Ford para abandonar a la adversidad y emprender un sueño. 
Por eso, elegí esta carrera. Porque confío en que los sueños pueden hacerse realidad. Y que por soñar no sea. 

Sofía Gallardo

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